Así Nació Un Éxito para Siempre: «Cali Pachanguero» del Grupo Niche

Historia del éxito Cali Pachanguero del Grupo Niche

Hola Amigos, soy Leonidas Núñez Hernández, nací el 5 de septiembre de 1.964 en el municipio del Líbano (Tolima), departamento musical y cafetero de Colombia.

Me desempeñé durante varios años como Promotor Artístico en las más destacadas empresas Discográficas de Colombia: Codiscos y Discos CBS (Hoy Sony Music)  y como  Gerente de Promoción y Publicidad de La empresa más importante de Espectáculos en Colombia: «Armín Torres Producciones».

En este blog contaré algunas historias desconocidas y curiosas de algunas obras musicales y artistas que hoy son ampliamente reconocidos y apreciados por miles de seguidores en el mundo, pero que en su momento pocos conocían.

Por ello comenzare este recorrido, contándoles como llegué a la Capital de Colombia, y de cómo influyó este hecho y el barrio, en el desarrollo de mi carrera profesional.

En el año de 1.969, mi madre, Rosalba Hernández, se traslada a la ciudad de Bogotá, llegando al barrio Santafé, en donde vivimos toda nuestra infancia.

Por aquella época, Bogotá era muy fría, llovía casi todos los días, la mayoría de sus habitantes andaba con paraguas, gabán y sombrero Barbisio.

El barrio Santafé era un vividero chévere, con casas amplias, jardines interiores muy bellos y fachadas coloniales, que nos recordaban la arquitectura europea,  (muy parecido al barrio Teusaquillo).  Lo particular, para hablarles del barrio, es porque fue allí en donde tuve mis primeros contactos con el ambiente artístico y musical.

Pues en aquellos años, este barrio era habitado por intelectuales, músicos, actores y escritores, sólo basta recordar que allí vivieron el gran poeta colombiano León de Greiff, El Catedrático Antanas Mockus, La Familia Turbay Ayala, el actor y escritor Camilo Medina, Teresa Gutiérrez, Miguel Varoni y muchos otros… eran otros tiempos, cuando el barrio era habitable y, paradójicamente, antes que el Doctor Mockus, siendo alcalde de la ciudad, lo declarara zona roja…

Pero bueno, sigamos con nuestro relato, allí conocí a muchos costeños, que nos despertaban, cada Domingo, con sus aires musicales… ya me eran muy familiares los sonidos del acordeón, de las tumbadoras, la caja, la guacharaca y el de las trompetas..

Cerca a nuestra casa, vivía Don Isaías Tobio, quién se dedicaba al oficio de reparar acordeones, fabricar cajas y tumbadoras… siempre observé como realizaban este oficio tan artesanal y entretenido… Yo jugaba con las piezas de madera que llegan a las cuerdas del acordeón y producían el sonido… a mi me parecían como baulitos y tenía muchos, obviamente, los que desechaba Don Isaías…

Allí, en el Parque Óskar, se reunían a jugar básquet Ball, unos negros altos, que para mi edad, los veía todavía más altos… eran Jairo Varela y Alexis Lozano… muchas veces me invitaron helado y me defendieron de alguien más grande que me quería pegar… cosas típicas de barrio…

Los años pasaron, crecí, estudié en la Concentración República de Venezuela, que está ubicada dentro del mismo barrio, a la vuelta de Cyrano, los deliciosos ponqués que aún hoy conocemos y de la famosa lavandería «La Impecable».

Después de obtener mi licencia de locutor para radio y de hacer mi «rural» en «Ondas del Múscua», en Fómeque (Cundinamarca), en Julio de 1.983 ingreso a trabajar, como promotor discográfico, a Codiscos S.A., cuyas oficinas en Bogotá, estaban ubicadas cerca al barrio, Calle 21 con carrera 8a (centro de Bogotá).  Siempre iba y venía caminando…

Un día que estábamos en reunión, en el segundo piso de Codiscos, Luz

Marina Porras, la secretaria de Codiscos de toda la vida, hasta hace poco tiempo se jubiló de allí, nos informa de un artista, que requería hablar con alguien del departamento de Promoción y Publicidad…

Jorge González Díaz, quién era el gerente, me indica que baje y lo atienda… cuando voy bajando las escaleras, el artista, que esperaba de pie, frente al escritorio de Luz Marina, me ve y exclama: … Y tú que haces acá? a lo que Luz Marina le responde, él es quién lo va a atender…  Era Jairo Varela, vestía un Jean raído y unas zapatillas similares, de color blanco oscuro, por su exceso de uso…

Nos sentamos a hablar… le parecía increíble que fuera yo el promotor de su disco…  me hizo saber lo importante que era para él y sus músicos que éste sonara en la radio, además de tener todas sus esperanzas puestas en ese acetato…  me hizo saber que su futuro dependía de él… aún vivía en el Santafé y sus recursos económicos no eran muchos…

Codiscos, desde Medellín (Matriz de la empresa), nos indicaba cual era el tema objetivo a promover… para el caso se llamaba «El Coco»… y si que fue un coco… la compañía insistía en esa canción, porque en Buenaventura era el que estaba sonando y allí si que saben de salsa, por lo tanto nosotros, los cachacos, de eso no teníamos ni idea…

El disco se publicó en febrero de 1.984 y hasta septiembre de ese año, nadie me ponía el disco, a no ser en los programas especializados, a los que asistía con asiduidad, como «Salsa Con Estilo», de Jaime Ortiz Alvear, quién siempre me apoyó y me colaboró en este difícil oficio… pero una sola flor no hace verano… necesitaba que sonara en la programación diaria de una emisora especializada y que fuera número uno…

En aquellos años las emisoras más escuchadas eran en AM, en el FM, sólo habían unas pocas frecuencias, las cuales sólo  transmitían música clásica… Los directores y programadores eran amplios conocedores de la música y de una gran trayectoria en radio… Pedro Daniel Tafur, Esperanza Paz González, Gilma Velásquez, Jairo Ossa Giraldo, José Paipilla, Don Jorge Bernal, Manuel Hoyos Camacho, Francisco Restrepo Arroyave, para mencionar algunos de los más destacados…

La meta era que me sonara en Radio Mil 20 o Radio Santafé, que eran las que se peleaban el primer lugar de sintonía… Pero después de siete meses, ese objetivo había sido imposible… Nadie creía en ese bendito Coco.

Un día del mes de septiembre, llegué muy triste y apesadumbrado a la oficina de Esperanza Paz González, ubicada en la calle 38, abajito de la carrera 13, ella era la directora y programadora de Radio Mil 20… cuando me vio ingresar así de cabizbajo, me dijo: «Mijo que le pasa?… donde esta el Leo alegre y dicharachero…?

Como era ya medio día, me invitó a almorzar cerca a la emisora, nos acompañó Dona Gilma Velásquez, directora de la Voz de Colombia, toda una paisa sin pelos en la lengua…

Allí las puse al tanto sobre la necesidad de sonar al Grupo Niche, les conté la historia de Jairo Varela y Alexis Lozano en el barrio Santafé, les manifesté que éste era más, un compromiso conmigo mismo y con ellos, que habían depositado toda su confianza en un conocido de barriada… Cómo los iba a defraudar…

Al regresar a la oficina de Esperanza Paz, y en presencia de Doña Gilma Velásquez, me dice… vamos a hacer una cosa Leo, búsqueme ese disco, ahí en la Discoteca, me lo llevo para la casa y lo escucho bien… ese disco debe tener algo bueno, que no sea ese Coco, porque ese si es muy feo… mañana lo llamo y le cuento…  Algo bueno debe tener el disco…

Al día siguiente, ocho y diez de la mañana, me llama y me dice: Leo, sintonice la emisora, llame a Medellín y avise a ver si lo alcanzan a incluir en el disco del año… esta canción que le voy a sonar, después de las cuñas, va a sonar cada dos horas, …» la letra no es para Bogotá… pero tiene buen ritmo y es pegajosita»… con eso lo voy apoyar… además, no moleste tanto, que harto le he colaborado este año… Y era cierto, 1.984 fue un año lleno de éxitos para nuestra empresa Codiscos, reflejados en el «Disco del Año» Vol. 16 y El Exitometro (Resumen de las Baladas más Pegadas).

Señoras y señores…  la canción que sonó en ese momento y después, cada dos horas, fue «Cali Pachanguero»…  Hoy después de 26 años, alguien conoce El Coco?… La responsable para que ese gran éxito, se diera a conocer en Colombia y el mundo, fue nadie menos, que de una opita, residente en Bogotá… Esperanza Paz González… de manos de un promotor Tolimense… El éxito se inicia primero en Bogotá, después en Cali y de ahí el resto del mundo…

Dicen que La Palabra, tiene poder, y eso pudo ocurrir con éste «Larga Duración»… El Título del Disco era «NO HAY QUINTO MALO», y Cali Pachanguero, era el corte No. 1, del lado B, dentro del disco… Además la foto de la portada, mostraba a un toro de casta embistiendo…  Semiología..? o Casualidad?…

El tema no alcanza a aparecer en el disco del año de 1984, pero es tan grande el éxito, que logra llegar muy fuerte al siguiente año y ahí sí aparece en el disco del año de 1.985, el volumen 17.

A partir de ese momento cambia la vida de Jairo Varela y el Grupo Niche… Los éxitos vendrían uno tras otro, sin parar… Niche se convierte en la agrupación más original y reconocida de Colombia para el mundo de la salsa, obteniendo todos los premios, reconocimientos y galardones que un artista pueda obtener.

Posteriormente les contaré como, en señal de agradecimiento, Jairo Varela, me llama para que sea La persona y la empresa, que organice y venda la primera gira por Europa, del Grupo Niche…

En próximas entregas les narraré más anécdotas de otros grandes éxitos, como «El Patacón Pisao», de Juan Carlos Coronel con el Nene y sus Traviesos, «El Higuerón», del Binomio de Oro, «Yo que te Amé», de Ricardo Montaner y muchos otros… esté pendiente y suscríbase a este blog, que aquí estaré contándoles más historias de un Promotor Discográfico en Colombia… Nos Vemos y nos leemos… Saludos y gracias por su lectura…

Sus comentarios serán bien recibidos…

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